Intro
Siembra
Se siembran desde finales de octubre a febrero. Idealmente antes de enero, ya que necesitan frío en el período inicial.
Se introduce en la tierra un diente de ajo sin pelar, con la base plana hacia abajo (y el pico hacia arriba), sin acabar de enterrarlo del todo.
De cada diente saldrá una cabeza de ajo.
Abonado
Poco exigente. Suficiente con materia orgánica muy descompuesta o los restos abonados de otros cultivos.
Se puede añadir un poco de ceniza si tu suelo no es ya muy alcalino o si es especialmente ácido. Siempre ceniza de madera natural.
Cuidados
El ajo no requiere apenas atención.
Vigilar después de lluvias abundantes ya que el exceso de humedad puede llegar a ser un problema.
Al sacar el tallo floral, podemos cortarlo para utilizarlo en la cocina y favorecer el engorde de la cabeza.
Cuando los tallos empiezan a amarillear se pueden doblar o atar para que el bulbo engorde.
Riego
Muy poco exigente.
Es preferible no regar o hacerlo con mucho cuidado.
Unas semanas antes de cosechar los ajos los dejaremos totalmente sin riego.
Cosecha
Se cosechan tirando de los tallos, antes de que estén demasiado secos; ya que podrían romper y dificultar la cosecha.
Se enristran haciendo una trenza con los tallos para guardar en un lugar seco, fresco y ventilado.
Semillas
En este caso, nuestra semilla será guardar un diente por cada ajo que queramos sembrar la temporada siguiente.